Patas de gallo

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Párpados y ojeras

Patas de gallo

¿Qué son? ¿Por qué aparecen?

Las patas de gallo son uno de los primeros signos de envejecimiento facial. Esas arrugas que aparecen en la zona externa de los párpados, donde la piel es fina y delicada, por la contracción repetida del músculo orbicular al reír o por entrecerrar los ojos frente al sol, la luz fuerte u otros agentes externos. Asimismo, el paso de los años favorece su dibujo por la falta de colágeno y, en consecuencia, la pérdida de elasticidad e hidratación en la piel. Al tratarse de una de las zonas más visibles de nuestro cuerpo, rejuvencer la mirada es el objetivo principal de muchas mujeres y hombres.

La solución

El uso de neuromoduladores botulínicos es la opción perfecta para relajar parte de las fibras de los músculos que por contracción reiterativa favorecen la aparición de las patas de gallo. Con ello, se consigue minimizar el número de pliegues que aparecen cuando gesticulamos y atenuar o eliminar las arrugas.

La clave

Conocer la cantidad de neuromodulador botulínico necesaria para modular el músculo y no paralizarlo completamente es fundamental para conseguir un resultado óptimo y natural. El objetivo no debe ser eliminar las arrugas completamente sino atenuarlas manteniendo los gestos propios de cada persona para conseguir un resultado óptimo y natural.