Lifting facial y cervical

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Rejuvenecimiento facial y cuello

Lifting facial y cervical

¿Cuándo? ¿Para qué?

Cuando envejecemos, los signos del paso del tiempo, de la exposición solar y del estrés diario se ven reflejados en la cara y en el cuello a través de pliegues y surcos poco estéticos. En este caso, el lifting es la opción adecuada para disimularlos ya que permite tensar los músculos, eliminar el exceso de grasa y redistribuir la piel de la cara y el cuello. Es decir, ayuda a mejorar el aspecto, devolver el tono cutáneo y recuperar los volúmenes faciales. Es la operación estética adecuada para corregir la flacidez en la zona media del rostro, los pliegues profundos bajo los párpados inferiores, los pliegues profundos a lo largo de la nariz que se extienden hasta la comisura de la boca, la grasa que se ha caído o desplazado, la formación de papada por la pérdida de tono muscular y la apariencia de tener una segunda barbilla, incluso en personas de peso normal, por piel flácida y exceso de depósitos de grasa bajo la barbilla y la mandíbula.

La cirugía

La técnica consiste, fundamentalmente, en reposicionar los músculos, la piel y la grasa, retirando el tejido sobrante mediante una incisión que comienza en la zona de las sienes (por dentro del pelo), se extiende hacia el interior de las líneas naturales de la oreja y continúa alrededor del lóbulo, detrás de la oreja y del cuero cabelludo consiguiendo, así, esconder las cicatrices.

¿A qué edad se recomienda?

Cada persona envejece de una manera y, por lo tanto, dependerá de la forma en que lo haga. En España, la edad media de los pacientes que se someten a un lifting está en torno a los 60 años aunque cada vez son más frecuentes los denominados liftings de mantenimiento en personas de entre 40 y 45 años, que buscan tanto corregir los primeros síntomas de flacidez como un efecto preventivo antienvejecimiento.

post-operatorio

Durante los primeros días se puede notar cierta sensación de tirantez en la cara y algunas zonas de la piel adormecidas. Además, es normal estar algo hinchado y con algunos moretones. Eso sí, lo habitual es que el aspecto general mejore considerablemente a las tres semanas. Los resultados de un lifting son duraderos e incluso con el paso de los años el paciente sigue pareciendo más joven.

¿En qué consiste un lifting?

La intervención depende, siempre, del tipo de envejecimiento que presente el paciente. Un lifting facial convencional consiste en realizar unos cortes imperceptibles en la piel, levantarla, actuar sobre las estructuras profundas, reponer los volúmenes desplazados y, una vez repuestas las estructuras, retirar la sobrante.

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